A lo largo de la vida enfrentamos distintos tipos de riesgos. Algunos son pequeños tropiezos, otros pueden poner en jaque tu patrimonio o incluso tu futuro y el de tu familia. En seguros, los riesgos se clasifican en tres niveles:
1. Riesgos Leves
Son situaciones que, aunque molestas, no afectan tu estabilidad financiera. Ejemplo: un leve choque en tu automóvil.
2. Riesgos Graves
Pueden poner en peligro tu patrimonio. Por ejemplo, que tu empresa o negocio sufra un incendio.
3. Riesgos Catastróficos
Estos son los que realmente podrían cambiar tu vida para siempre. Se dividen en cinco categorías:
Enfermedad larga y costosa: Cáncer, insuficiencia renal, o enfermedades degenerativas que requieren tratamientos prolongados y costosos.
Invalidez: Si eres el sostén económico de tu familia, ¿qué pasaría si dejaras de trabajar por un accidente o enfermedad? Aquí es donde entra el Superman de NY Life: tu seguro de invalidez.
Vivir poco: Fallecer antes de tiempo puede dejar a tu familia sin el soporte económico que tú brindas.
Vivir mucho: Suena paradójico, pero vivir más de lo esperado sin una buena pensión o ahorro puede convertirse en un problema. ¿Tus Afores o fondo de retiro alcanzarán para un retiro digno?
Metas financieras: Estudios de tus hijos, compra de casa o un negocio propio. ¿Tienes un plan para cumplir estas metas, incluso si tú no estás?
¿Y cuáles están en manos de una aseguradora?
Toma un momento para reflexionar y calcular tu Suma Asegurada Recomendada Mínima. Aquí te dejamos la fórmula:
👉 (Ingreso anual total) × 0.7 × 7
Este resultado es el valor estimado de tu vida productiva. Es el monto mínimo que deberías tener asegurado para proteger el futuro de quienes dependen de ti.